Actualmente, la infancia está viviendo con mayor frecuencia en las zonas urbanas, ya que con ello permite que los niños y niñas puedan acceder a la educación, servicios médicos o recreación rápidamente. Pero el hecho de que los ellos vivan en entornos cerrados a llevado que tengan una vida sedentaria, lo que hace que en un mediano plazo tengan dificultades de salud física y mental, afectando enormemente a su desarrollo como persona. También al estar aislados de la naturaleza, hace que niños y niñas pierdan estímulos como es el contacto con espacios abiertos, poder moverse libremente, la sensación de libertad de observar cómo funciona la naturaleza, entre otras características. Todo lo anterior conlleva a perder experiencias vitales que son fundamentales para su aprendizaje de manera autónoma entorno a la naturaleza.
Otro aspecto importante es que los niños de hoy reciben mucha información sobre medio ambiente y la ecología, pero este conocimiento proviene de libros y artefactos tecnológicos, y no de acercarse a la naturaleza y descubrir por sí mismos lo que es.
Estar en contacto con el medio natural va a fomentar un buen desarrollo físico, intelectual, emocional y relacional, los va a hacer más fuertes, estar menos estresados y les ayuda a entender lo que es y significa el medioambiente. Por eso es esencial ayudar a nuestros hijos a recuperar el contacto con la naturaleza.
¿Cómo fomentar el contacto con la naturaleza de los niños y niñas?
Para esto es muy importante que los padres son los que deben poner los medios para que sus hijos pasen tiempo en entornos naturales. Si bien es difícil tener tiempo y hacer que se convierta en un hábito, -dada las obligaciones- pero es necesario hacer el esfuerzo. Actividades como jugar en jardines, parques, y zonas verdes cercanas es una buena manera de poner a los niños en contacto con la naturaleza. Otro aspecto importante es que se pueden aprovechar los fines de semana para salir de picnic al campo, visitar granjas, parques naturales, ir a bañarse a un pantano o a un río, hacer alguna acampada al aire libre. Y algo más importante es aprovechar las vacaciones y elegir destinos naturales, como la playa o el campo, enseñarles a pescar, a observar las aves, las hojas o los insectos, recoger conchas o piedras en la playa, construir castillos de arena, o también apuntarles a campamentos en la naturaleza.
Y es que, al estar en contacto con la naturaleza cuando es niño y niña es una huella imborrable. Podría resumirse en esta frase de la pedagoga Maria Montessori, para quien “ninguna descripción, ninguna ilustración de cualquier libro puede sustituir a la contemplación de los árboles reales y de toda la vida que los rodea en un bosque real”.
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